“Estar siempre alegres”.
Don Bosco fue mucho más que un sacerdote que fundó una congregación: trabajó en multitud de oficios, escribió una treintena de libros y miles de cartas y fue el primero en defender los derechos de los niños, de los trabajadores y de las personas desde la perspectiva cristiana. De hecho, es el patrono de multitud de trabajos, regiones y hasta países por su carisma y su entrega a los jóvenes más desfavorecidos “hasta su último aliento”, como él mismo decía.
El sistema de enseñanza de Don Bosco consistía en desarrollar el sentido de la responsabilidad, en suprimir la desobediencia, en saber apreciar los esfuerzos de los chicos y en una gran amistad. El “Padre y Maestro de la Juventud”, como lo bautizó san Juan Pablo II en 1989 sigue de actualidad y formando a “buenos cristianos y honrados ciudadanos” por todo el mundo y bajo la protección de la Virgen, María Auxiliadora.
Con esta introducción concluimos el triduo a Don Bosco, una actividad pastoral que se realizó del 23 al 27 de agosto y nos llevó a conocer sobre sus sueños y enseñanzas. La comunidad educativo pastoral en los buenos días, acompañó a los estudiantes de primaria y grado Once quienes lideraron el triduo, con sus expresiones artísticas y oraciones a nuestro Padre y Maestro.
Gracias Don Bosco por tu invitación a estar “Siempre Alegres”